Prólogo

ENTRE: comunidad, comparecencia, comunicación, reparto, cultura

Por Àngel Mestres 


El filósofo francés Jean-Luc Nancy define la idea de comunidad como un lugar de y para la «comparecencia». Un espacio, dice él, que propicia y se concreta «en la aparición del entre como tal: tú y yo, el entre-nosotros», (una fórmula en la cual esa “y” no posee valor de yuxtaposición sino de exposición). El argumento de Nancy, sólo en apariencia muy abstracto, es una apelación muy simple, se refiere al nosotros que surge de la unión de las singularidades. Es decir: al estar juntos más que como una condición que elimina nuestras diferencias y nos hace un solo cuerpo homogéneo, a la comunidad como reunión de sujetos muy distintos que, juntos, transitan (y comparecen) de lo común a la comunicación y de la comunicación al reparto.

 

Lejos de la abstracción que supone lo anterior, para mí, para nosotras y nosotros, desde la organización que lidero en Barcelona (Trànsit Projectes), esto es, justamente, lo que hemos estado haciendo durante los últimos meses junto al Instituto Municipal de Cultura y Arte de Hermosillo. Crear un espacio de comunicación y de comparecencia desde rincones y orígenes muy diversos. Una pequeña aspiración a propiciar el surgimiento de una comunidad que haga posible la existencia de ese entre que comparte, que comunica, que reparte: conocimiento, saberes, ideas de innovación, errores (eso es muy importante), procesos y, sobre todo, entusiasmos; lazos de afecto, de visión crítica, de vivencia, de profesión… de cultura.


El nombre que una de esas «comparecencias» tuvo, fue: “Bajo Radar”, y lo convoco aquí porque me sirve para continuar ilustrando estas ideas. “Bajo Radar” es una tesis de trabajo original de Trànsit Projectes que nació hace una década para detectar y sistematizar casos de proyectos culturales con vocación innovadora, puestos en marcha en contextos de adversidad. Una propuesta que surgió como una suerte de observatorio de prácticas que intentaban sortear, a su manera, los embates de la crisis económica de entonces. Proyectos que en su condición superviviente se desarrollaban alejados del centro; desmarcados en cierta forma del statu quo o de los espacios considerados como grandes escaparates de la actividad cultural. Pero que, al mismo tiempo, buscaban reivindicar maneras alternativas de formalizar tanto sus conocimientos y experiencias, como las ideas discursivas que sustentan sus acciones. Dicho observatorio evolucionó en el tiempo y acabó por convertirse en un programa formativo y de acompañamiento para proyectos de este tipo. 


Cuando Diana Reyes y el equipo de IMCA se acercaron a nosotros y a nosotras, fue casi inevitable que nuestros encuentros rondaran las coordenadas de este marco conceptual. Nació así “Bajo Radar-México Frontera Norte”, sobre todo, una relación de afectos y afectaciones mutuas que ahora ya se mantiene. Lo demás ha sido la reiteración de todo eso de estar juntos. Porque este marco teórico se apareció como el entorno de partida ideal para provocar encuentros, todo tipo de encuentros. Una manera de reunirnos, de comunicar y de generar lazos que a fin de cuentas es lo que la cultura y el arte hacen, propician y son: «una gran conversación» (Teixeira Coelho); «un lugar de encuentro» (Nicolás Bourriaud); «un palimpsesto infinito» (Roland Barthes); «la continua activación de conectivas» (Juan Villoro); etc. Más en un contexto como el actual, en el que, en medio de una realidad suspendida, flotando entre restricciones, vulnerabilidades, desconfianzas, dudas de todo tipo… buscamos también anhelos para refundar nuestras prácticas colectivas: nuestra forma anterior de hacer las cosas. 


La cultura se nos presenta aquí entonces como una vía para seguir propiciando y haciendo posible el estar juntas y juntos. Y lo hace a través de iniciativas muy diversas; en el espacio que nos ocupa aquí, en esta publicación, lo hace mediante la reunión de tres años de trabajo materializados en muchas otras acciones de IMCA que propician el encuentro entre personas. No sólo desde “Bajo Radar-México Frontera Norte”, sino desde la proliferación de muchas y muy diversas actuaciones, programas, producciones y demás contenidos culturales ofrecidos a la ciudadanía. La respuesta, pues, o las posibles respuestas a esta realidad nueva, sin duda las provoca el reclamo que da título a este libro. Estar juntos, juntas, como la forma (quizá la única), de sortear los obstáculos presentes y futuros. Para reconocernos, para colaborar, para conectar, para convivir; estar juntas y juntos para contagiarnos también (de los otros, de lo otro; sus entusiasmos, sus errores, sus hallazgos, sus métodos, sus pasiones). Para transformar y transformarnos, para reinventar el futuro, para intervenir el presente; para resguardar y preservar el patrimonio (material e inmaterial) y también, claro, para gestionar, sistematizar, actuar... 


Y aquí, me lo permitirán, vuelvo a Nancy. Cuando el filósofo habla, críticamente, es cierto, sobre comunidad, se refiere entre otras cosas a la idea de la escritura (como articulación de esos lazos sociales que pasan del encuentro común a la comunicación y al reparto), pero podríamos perfectamente colocar en el lugar de la literatura a la cultura. La cultura como acto o experiencia de la comunidad en una relación tensa y dependiente de los otros. Y seguimos parafraseando: el ser, (podría decir más generalmente Nancy), en cuanto ser en común, es el ser de la cultura. Repito: el ser, en cuanto ser en común, es el ser de la cultura. (La frase original sería: “El ser en cuanto ser en común es el ser (de) la literatura”). Porque la cultura es comunicación, es decir, pensamiento en comunidad, o como dice la escritora mexicana, norteña, Cristina Rivera Garza, siguiendo ella también al filósofo francés, «Pensar la comunidad que es pensar el afuera del sí-mismo y la aparición del entre (el estar juntos, agrego yo) que nos vuelve nosotros y otros a la vez, es una tarea sin duda de la cultura».



Àngel Mestres es director de Trànsit Projectes. Coordinador académico del Máster en Gestión de Instituciones y Empresas Culturales y del Posgrado en Diseño de Proyectos Culturales, ambos de la Universidad de Barcelona. Profesor de la Especialización y del Posgrado en Gestión Cultural de la Universidad de Córdoba (Argentina).